(La Crónica de Hoy): Marcelo Ebrard se ha convertido en alcalde de alcaldes, algo semejante, pero en un contexto pacífico, al jefe de jefes que hace unos días fue abatido. El milagro se dio: la ciudad más poblada del mundo, llena de carencias, vicios y defectos, ahora es la sede desde donde Marcelo orientará a sus pares para tener metrópolis bellas, seguras y de finanzas sanas. Me permito discrepar del nombramiento. Nacido en el DF, hijo de padres asimismo nacidos aquí, no puedo sino aceptar que estamos ante un extraordinario negociador, un político que supo engañar a un alto número de alcaldes que si han venido a México, seguro lo vieron desde un lujoso hotel de Santa Fe, porque sencillamente yo he visto a esta hermosa capital pasar de ciudad de los palacios a mancha urbana llena de baches, vendedores ambulantes, insegura, con problemas sociales y políticos que el propio alcalde propicia.
La belleza no se perdió por culpa del PRD, ya venía de lejos el proceso destructivo, pero se aceleró desde que Rosario Robles, hoy actriz y locutora, se hizo cargo del gobierno capitalino. Con el paso de Andrés Manuel López Obrador y de Marcelo Ebrard, la ciudad, en más de una zona, parece Irak, en otras da la pinta de zona perdida, sí, donde gobierna Clara Brugada, impuesta por López Obrador y ratificada por el alcalde de alcaldes. Leer mas...
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